“Vacía tu mente, libérate de las formas, como el agua. Pon agua en una botella y será la botella, ponla en una tetera y será la tetera. El agua puede fluir o puede golpear. Sé agua, amigo.”
Hace ya trece años que BMW nos regaló uno de los mejores anuncios televisivos de la historia, donde el gran Bruce Lee nos maravilló a todos con esa sencillas palabras pertenecientes a su última entrevista televisiva, el 9 de diciembre de 1971, en el programa de televisión canadiense de Pierre Berton.
En esa entrevista, y más concretamente en ese momento, Bruce Lee hizo un despliegue memorable de una comunicación no verbal perfectamente adaptada al mensaje. Sus expresiones faciales, el ángulo de su cabeza, su mirada, la sonrisa o sus manos, acompañan, armonizan y potencian su comunicación verbal notablemente.
¿no te lo crees? Mira el vídeo y fíjate bien.
Así pues, esta es una de las muchas lecciones que nos dejó -entre líneas- el maestro. Fluye y comunica, no pienses excesivamente en cómo te mueves. Nuestro lenguaje corporal debe ser el perfecto aliado de nuestra comunicación. Por ello, debemos ser conscientes que lo natural desprende sinceridad, en cambio, los patrones de movimiento prediseñados emanan una artificialidad que nos resta credibilidad de cara a nuestros interlocutores. Pensar en cómo te mueves te hace comunicar más lentamente, te hace previsualizar lo que va a venir cuando aún no has acabado lo que tienes entre manos.
Si te centras en seguir con exactitud un guión, te obsesionas. En otras palabras, cualquier error que cometas en esa perfecta partitura prefabricada provocará precisamente aquello que estás intentando evitar: el bloqueo mental entumecerá tu cuerpo, paralizará tu sonrisa, vaciará tu mirada… esa persona viva, natural y sincera dará paso a un autómata de movimientos confusos y sin sentido. Resultado: fracaso.
Entonces ¿No debo ensayar mis intervenciones?
¡Sí! Debes ensayar tus intervenciones, pero tienes que hacerlo por partes. El primer paso siempre será interiorizar el discurso, después deja que tu naturalidad haga el resto con los movimientos. Recuerda que la práctica lleva a la perfección, así pues, debes lograr que en tus intervenciones el cuerpo acompañe a tus palabras, que actúe sin que pienses que está actuando, en otras palabras...
...Be water my friend...
extraído del libro Tus gestos te delatan: las claves para ser un buen comunicador (Editorial Espasa), de Fran Carrillo.
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